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UN NUEVO CONCEPTO EN SNACKS SALUDABLES
Somos Aldo Antonutti, Pablo Mauto y Christian Bonfiglio y juntos creamos Bamboo, un nuevo concepto en snacks saludables.

EL COMIENZO DE LA AVENTURA
Todo comienza en un viaje por Nueva Zelanda: Aldo recorría una isla de Waiheke en auto con su mujer cuando pararon en un mercado local sobre la ruta para comprar unos snacks y seguir recorriendo. Sofi, que es fanática de los pochoclos, encontró unos orgánicos para el viaje. Los compraron, los probaron y eran espectaculares: livianos, con la crocancia justa, no dejaban las manos aceitosas y eran muy ricos.

LAS IDEAS MÁS LOCAS SON LAS MÁS CUERDAS
Cuando volvieron a Argentina, Aldo todavía recordaba ese sabor y la practicidad de contar con un snack así en cualquier momento y en cualquier lugar: la idea de desarrollar un nuevo producto orgánico empezó a darle vueltas en la cabeza. Enseguida decidió empezar a investigar más sobre el tema: mercado, máquinas, proveedores y descubrió que en Argentina había un representante de una marca de máquinas con más de 100 años de experiencia en producción de pochoclos y líder a nivel mundial. Se acercó a las oficinas del representante, le contó lo que quería hacer, qué máquinas andaba buscando, tratando de obtener la mayor cantidad de información posible. Lo atendió Pablo, quien junto con Christian su socio, lo asesoraron en las máquinas que necesitaba y le contaron que no estaban en stock pero que en 60 días iban a llegar algunos de lo modelos que él necesitaba.

AVANZAR Y CONFIAR
A la salida de la oficina Aldo trató de avanzar lo más que podía armando el proyecto, estimando la inversión que necesitaba para salir a buscar inversores. A los 60 días lo llamó Pablo para contarle que las máquinas habían llegado y si quería ir a verlas funcionar. Aldo va a ver las máquinas y le cuenta que tenía todo el proyecto armado pero no había logrado conseguir la inversión necesaria para avanzar con la compra. En ese momento, sin conocerse, Pablo le dijo: “venite el lunes a la mañana así me mostrás los números del proyecto y la inversión necesaria”. Ese mismo Lunes tuvieron una reunión los tres y, sin dudar. Pablo y Christian le dijeron a Aldo con entusiasmo y seguridad: “avancemos”.